El correcto invernaje - Sientase tranquilo durante el invierno y las heladas
La temporada está llegando a su fin y es hora de empezar a organizar el invernaje de su embarcación. Las primeras heladas están a punto de llegar y durante los meses más fríos nuestro departamento de siniestros suele tener que lidiar con casos relacionados con las heladas. Muchos de estos daños pueden ser evitados tomando ciertas medidas preventivas.
Aquellos que entre sus preferencias, opten por un almacenaje interior y climatizado, pueden mantenerse relativamente tranquilos frente a la llegada del frío. No es necesario hacer un gran desembolso para aplicar algunas medidas simples, y que las heladas no supongan un problema para las embarcaciones, tanto veleros como motoras.
Para prevenir muchos de los daños provocados por las heladas durante el invierno, no debería dejarse la embarcación en el agua, sobre todo en regiones donde el agua se llega a helar. Uno de los daños más frecuentes con el que tienen que lidiar en nuestro departamento de siniestros, es el hundimiento debido a entradas de agua porque los grifos de fondo se han congelado y el hielo los ha reventado.
La elección entre un invernaje al aire libre o en una nave cerrada depende de los planes del armador. En caso de necesitar realizar trabajos en la embarcación, la mejor opción es elegir una nave. Si únicamente quiere almacenarla de forma segura, es correcto elegir la opción más económica de invernaje al aire libre, siempre teniendo en cuenta una serie de medidas preventivas adicionales.
Como norma general, cuanto más seca esté la embarcación más lento será el proceso de deterioro y por lo tanto tardará más el proceso de devaluación de la misma. Esto no significa que deba dejar encendida la calefacción todo el invierno, recuerde que las calefacciones no deben dejarse nunca desatendidas. Incluso un trocito de papel puede ser el causante de un gran incendio. Es conveniente ventilar correctamente el interior con periodicidad para que circule el aire y así evitar la formación de moho, herrumbre y óxido. Así mismo es útil almacenar en alto y dejar levantados los tableros del suelo y literas, así como dejar abiertas las tapas. Los toldos y biminis deben ser desmontados y almacenados debidamente para evitar la acumulación de humedad y la formación de moho y de esta forma se evitará que se estropeen por posibles inclemencias meteorológicas como fuertes vientos o temporales.
Para evitar los efectos de los rayos UV, entrada de suciedad y/o agua de lluvia, es conveniente cubrir la embarcación que se almacene en el exterior con una gran lona que la cubra completamente. Las velas, cabos, colchonetas, chalecos salvavidas y telas deberían almacenarse fuera de la embarcación en un lugar limpio y seco. Durante el invernaje es conveniente hacer visitas periódicas a la embarcación y así evitar posibles acumulaciones de agua o nieve tanto en cubiertas como en lonas, limpiar los posibles desagües obstruidos de la bañera o puente, retirada de hielo o nieve, secar las posibles gotas de condensación que se hayan formado en la sentina, ventilar el interior y volver a tensar las lonas.
La acumulación de agua, nieve y/o hielo puede llegar a pesar varias toneladas pudiendo doblar railes o pasarelas, en el peor de los casos, incluso afectar a la estructura del casco.
Con el fin de disuadir a ladrones, pirómanos y vándalos debe elegir cuidadosamente la ubicación del lugar de invernaje, para el invernaje en el exterior es preferible que sea un lugar vallado, que la iluminación esté equipada con sensores de movimiento y haya servicio de vigilancia nocturno. El equipamiento que no está fijado a la embarcación es mejor almacenarlo en un lugar seguro y seco.
Y sobre todo asegúrese de que la embarcación está cerrada con llave para prevenir que la cobertura de su seguro quede invalidada en caso de apropiación indebida.