Fondear Correctamente

Ancla Brittany: buena para la mayoría de los tenederos.

Ancla Bruce: buena para arena, moderada para algas y limo duro

Ancla CQR: buena para arena y grava, moderada para algas, demasiado roma para limo duro

Ancla Danforth: especialmente buena para limo duro

Roca: inadecuado

Grava/cascajo: depende del sustrato, las piedras pueden bloquear las piezas móviles

Arena: adecuado

Fango: poco adecuado

Limo: difícil, dependiendo de la dureza y del tipo de ancla

Algas: poco adecuado y totalmente prohibido en algunas zonas.

Piedras grandes: bastante inadecuadas, las anclas pueden perderse si se atascan

Arcilla: muy adecuada

En una bahía en las islas Kornati, frente a la costa croata, con aguas cristalinas y temperaturas agradables; las terrazas situadas en la orilla atraían una tripulación tras otra. Al atardecer, había unos 15 barcos fondeados a sotavento de una ladera boscosa. Tan solo una hora más tarde, se eriza el agua y el viento aumenta. El primer barco se mueve y navega a la deriva con un ancla que garrea. En el transcurso de la noche, más de la mitad de embarcaciones van a la deriva mientras unas pocas, siguen fondeadas sin ningún tipo de problema.

Es difícil saber con exactitud por qué unos barcos se soltaron y otros no. Lo que si podemos afirmar, es que la tripulación de uno de los barcos que se mantuvo fondeado toda la noche tuvo en cuenta tres cosas. En primer lugar, se informaron sobre la meteorología de la zona y ya esperaban un cambio de tiempo a lo largo de la noche. En segundo lugar, usaron un lastre para poder acostarse con seguridad a pesar de que la cadena filada fuera relativamente corta en la abarrotada bahía. Finalmente, un miembro de la tripulación buceó para asegurarse que el ancla se había clavado y trabajaba correctamente.

Tipo de ancla y tenedero

Según la experiencia del departamento de siniestros de Pantaenius, el garreo de las anclas es una de las causas más frecuentes de daños asociados a maniobras de fondeo. Hay varias razones por las que puede ocurrir. Una posible causa es que el ancla no haya podido clavarse correctamente, por eso es importante que el ancla se adecue al tenedero del fondeadero. Un ancla de Danforth, por ejemplo, no puede clavarse bien en un fondo con algas. En arena, por el contrario, puede sujetarse bien.

Algunos tipos de ancla deben configurarse a las características del fondo antes de su uso, por ejemplo, ajustando el ángulo entre las uñas y la caña.

Peso y tamaño del ancla de respeto

Sería aconsejable tener a bordo diferentes anclas para distintos tenederos. Cada una de las anclas debe de ser capaz de sostener el barco por sí sola en términos de peso. Los fabricantes proporcionan tablas con información sobre el tamaño necesario pero, a veces, estas indican que un ancla secundaria puede ser más pequeña o ligera que el ancla principal, pero esto no es recomendable.

Una segunda ancla no solo se utiliza como respeto en caso de avería o falta del ancla principal. También puede limitar el borneo en fondeaderos estrechos y concurridos fondeando a barbas de gato como segunda ancla de proa.  Esta también es una medida de seguridad útil con vientos fuertes. Además, puede filarse con la corriente en zonas de marea, de modo que no sea necesaria una nueva maniobra de fondeo cuando la marea cambie. Cabe destacar, que en todos estos casos la segunda ancla debe de ser capaz de sujetar la embarcación por sí sola, al menos durante un breve espacio de tiempo.

La cadena del ancla se fila lentamente

Otra de las razones por la que es posible que el ancla se suelte, es que la cadena haya impedido que el ancla se clave. Esto ocurre, por ejemplo, si la cadena se fila sin control, tal vez porque alguien ha soltado el freno del moliente y el ancla no ha girado correctamente mientras la cadena ya se estaba enredando en las uñas. En el peor de los casos, el barco tira de todo el montón de cadenas sobre el fondo antes de que la uña haya tenido la oportunidad de clavarse.

En su lugar, es mejor navegar por el fondeadero una vez antes de llevar a cabo la maniobra de fondeo y determinar el tipo de fondo y la profundidad del agua antes de realizar la maniobra propiamente dicha. Así sabrá cuántos metros de cadena se necesitan para llegar al fondo. Esta longitud de cadena se fila de forma controlada cuando el barco ya no se mueve. Cuando el ancla está en el fondo, el barco retrocede lentamente, mientras la cadena es guiada y sembrada de forma controlada. Esto garantiza que el ancla pueda girar libremente en el fondo y clavarse.

Maniobra de fondeo y fijación del ancla

La siguiente causa de garreo de las anclas es que no hayan hecho presa. Es cierto que la presión del viento que actúa sobre el barco también puede sacar el ancla de su posición. Pero, sobre todo en aguas tranquilas, la impresión de que el ancla aguanta puede ser engañosa. Puede ocurrir que el ancla se sujete superficialmente, pero garree cuando arrecie el viento.

Cuando se ha calculado la longitud de cadena necesaria, se fila la cadena y se para el barco. En el mejor de los casos, la cadena se tensará lentamente y la proa se alineará en la dirección del ancla. Esto ya es una buena señal. Si la proa no gira hacia adentro, algo va mal. Además, se debe de dar un poco atrás y poner una mano en la cadena por debajo del costado del barco. Un ancla que garrea puede notarse por las vibraciones en la cadena. Si la cadena está tensa, el ancla aguantará.

Virar el ancla correctamente incluso a vela

Aunque realice la maniobra navegando a vela, puede fondear el barco. La vela de proa debe arriarse a tiempo para tener espacio en la cubierta de proa y la vela mayor puede dejarse izada. Al principio, manteniendo el barco aproado dejando que el viento nos abata, y cuando la cadena del ancla esté sembrada, puede poner la mayor en facha para tensar la cadena. Si existe la menor duda sobre si el ancla aguantará, repita la maniobra. Es mejor navegar hasta el mismo fondeadero tres veces que ir a la deriva en mitad de la noche.

Si es posible, compruebe si el ancla se ha clavado. Si el barco está en profundidad de buceo, se puede bajar fácilmente al ancla con la cadena hasta una profundidad de cinco metros. Si se fondea en aguas transparentes, puede que se vea el ancla desde la superficie. Si navega en aguas frías, es buena idea llevar un traje de neopreno. Un ancla controlada ofrece una sensación de seguridad. Sobre todo, si piensa abandonar el barco.

Fijar bien el ancla a la cadena

Aunque el ancla parezca estar bien sujeta, es importante recordar que puede soltarse. Incluso el borneo del barco alrededor del ancla puede, en casos extremos, hacer que el ancla se suelte. Especialmente con embarcaciones que tienden a balancearse, por lo que se tiene que intentar limitar este efecto en la medida de lo posible. Esto se puede conseguir con una segunda ancla o con un lastre que baje hasta justo encima del fondo.

El arganeo puede mitigar parte de este riesgo. Si es posible, la cadena no debe engrilletarse directamente al ancla, ya que los movimientos de la cadena se transmitirían directamente al ancla. Se puede utilizar un grillete giratorio en el ancla para permitir que esta gire alrededor de su eje longitudinal. A la vez, se le puede acoplar un grillete de cadena curvado, que deja espacio para que se mueva el último eslabón de la cadena, de modo que esta pueda girar alrededor del ancla sin que el ancla se mueva.

Si el ancla se vira sobre una roldana de proa, los grilletes pueden dificultar su manejo. En este caso, una alternativa es un molinete de ancla, que tiene dos articulaciones y está curvado para que el ancla gire, por gravedad, en la dirección correcta al virarla. En cualquier caso, al virar o en cambios bruscos de viento, hay que recordar que el ancla solo se sujetará con seguridad mientras la tracción actúe horizontalmente sobre el fondo. En cuanto la tracción actúe hacia arriba, existe el riesgo de que se suelte el ancla.