Maniobra de atraque segura

"En Pantaenius gestionamos alrededor de 6.000 siniestros al año”, según Raquel Reast del departamento de siniestros de nuestra oficina de España, “desafortunadamente los daños por colisión durante la maniobra de atraque suelen ser frecuentes ". La mayoría de veces es simplemente por un cálculo erróneo de la situación, no reaccionamos a tiempo ni tenemos suficiente espacio para rectificar una maniobra, lo que a menudo puede resultar en un impacto contra el barco vecino o incluso contra el muelle ".

Anticipando hechos

“La mitad de la batalla se gana con una maniobra de atraque exitosa”, afirma Raquel. "Muchos de los siniestros que gestionamos ocurren después del amarre, por lo general se pueden atribuir a un amarre improcedente, defensas inadecuadas o insuficientes u objetos estibados incorrectamente a bordo. Hoy puede haber amarrado su barco con buena meteorología, un día soleado y tranquilo, sin embargo, al día siguiente puede encontrarse con todo lo contrario. Esto se subestima a menudo ".

Por lo tanto, aquí el lema debe ser “actuar con previsión”, especialmente aquellas embarcaciones que van a quedarse amarradas durante un largo período de tiempo. En este caso la embarcación debería prepararse de tal manera que pueda soportar condiciones climáticas más extremas y deberían revisarse periódicamente las líneas de amarre. Las medidas preventivas como la colocación de muelles de amarre de acero inoxidable, el uso de cabos elásticos, asegurar una distancia adecuada al muelle, así como contar con un número suficiente de defensas, debería ser algo rutinario. Especialmente las defensas, no es aconsejable confiar en las del barco vecino y debería colocar las suyas a diferentes alturas ya que con el balance de las embarcaciones estas se mueven y deslizan hacia arriba con bastante frecuencia.

Si no tiene posibilidad de visitar su embarcación durante un largo período de tiempo debería solicitar a una persona de confianza, como puede ser el capitán del puerto, que revise su barco a intervalos regulares y especialmente en condiciones meteorológicas adversas.

Otros peligros pueden ser los elementos sueltos del mástil o de la cubierta. Con el vaivén de la embarcación y la acción del viento los cabos con grilletes que estén sueltos pueden dañar el mástil o incluso las embarcaciones vecinas. Lo mismo ocurre con las lonas o biminis que deben estar bien sujetas y aseguradas para evitar que las fijaciones u horquillas golpeen la embarcación con el viento.

Si alguna persona observa que dos embarcaciones amarradas una junto a la otra se han acercado peligrosamente, o bien alguna embarcación ha sufrido algún daño porque sus líneas no están correctamente dispuestas, debería informar al capitán del puerto de inmediato quien notificará al propietario y si es necesario, rectificará las amarras para evitar mayores daños.