Precauciones ante el temporal - Embarcaciones amarradas en puerto y embarcaciones fondeadas
La mayoría de los daños causados por las tormentas se deben a colisiones provocadas por amarras rotas o anclas que garrean. Estos buques a la deriva, pueden golpear contra el muelle o chocar con los barcos adyacentes. Por lo tanto, cualquier persona que deje su embarcación desatendida en el puerto durante un largo período de tiempo, debe realizar de antemano los ajustes necesarios para posibles temporales.
Lo más fácil es pedir a la capitanía del puerto o al armador del buque vecino que inspeccione de vez en cuando las amarras y las defensas. Los puntos básicos a tener en cuenta incluyen un dimensionamiento suficiente de las amarras y defensas, un amarre seguro, y prestar atención a las condiciones climáticas locales y las condiciones y amplitud de las mareas. La elección cuidadosa de un área de fondeo también es importante, siendo factores cruciales la distancia a la costa y la ubicación en una bahía protegida. En el caso de los buques fondeados se debe inspeccionar regularmente el ancla, la cadena y la maniobra de fondeo en busca de desgastes y asegurarse de que funcionan correctamente. Si, al fondear, atiende a a la profundidad del agua y la longitud de la cadena virada, y regularmente comprueba la posición y configura un circulo de borneo, habrá tomado las precauciones correctas.