¿Revisión del aparejo?

Incluso las deficiencias más insignificantes de la jarcia como puede ser un pasador demasiado pequeño en el terminal de la horquilla, tensores de la cubierta desgastados o un pasador partido, doblado o faltante, pueden provocar la rotura del mástil. Solo en los últimos tres años Pantaenius ha gestionado alrededor de 500 siniestros en este contexto.

Según Keefer Archer del departamento de siniestros de nuestra oficina de Pantaenius en Palma de Mallorca, comenta que "los daños en el mástil o arboladura en un barco de unos 42 pies, así como la pérdida del velamen o los daños en cubierta, la electrónica o accesorios pueden ascender fácilmente a entre 30.000 y 100.000 Euros. Para embarcaciones más antiguas esto puede llegar a significar una pérdida total”.

A fin de evitar fallos en el aparejo el camino para mejorar la seguridad a bordo es tener una rutina de inspección y mantenimiento periódicos. Cabría la posibilidad de que un equipo dañado pasara desapercibido durante años y no causara ningún problema, pero en algún momento ¡lo que puede salir mal, saldrá mal! Un viento excepcionalmente fuerte acompañado de gran oleaje podría crear suficiente fuerza para sobrecargar un aparejo dañado y, de hecho, puede acabar sucediendo lo que se creía imposible.

Algunos armadores dejan el mástil arbolado durante todo el año y no tienen en cuenta que no es posible realizar una inspección completa de todos los componentes de la jarcia fija, tanto si está en el agua como en tierra, estando arbolada. Sería recomendable realizar estas tareas en otoño, más aún si la embarcación suele invernar en esta época del año, teniendo más sentido hacerlo antes del inicio de la temporada porque así tendrá más tiempo para consultar presupuestos de reparación o conseguir repuestos e instalarlos antes de comenzar la temporada.

Consejo: algunos fabricantes de mástiles, aparejos o velas ofrecen listas de verificación para descargar desde sus sitios web. Es un buen ejercicio revisar los puntos de estas listas de verificación con asiduidad y registrar el estado del equipo para identificar cualquier cambio o anomalía.

Si nota signos de desgaste, corrosión o grietas debe consultar con un rigger profesional. En cualquier caso, tiene sentido que un rigger de confianza realice una inspección de la jarcia y el aparejo regularmente. Su ojo clínico y crítico podría detectar potenciales fallos o elementos que podrían sufrir deterioros en poco tiempo. Muchas empresas de mantenimiento ofrecen comprobaciones exhaustivas de la jarcia y el equipo; vale la pena hacer este desembolso como inversión en seguridad.

La frecuencia con la que se debe realizar una verificación profesional depende de la cantidad de estrés a la que esté expuesta la jarcia. Un barco que participa en regatas o un crucero que se utiliza para viajes largos debe ser revisado con más frecuencia que un barco que solo se navega durante temporadas cortas, días u horas.

Consejo: ¡aprenda de su rigger! Le recomendamos que esté presente durante una inspección de la jarcia para aprender sobre las conexiones del mástil y así poder estar alerta de cualquier potencial problema.

Reemplazo completo de la jarcia fija.

El aparejo está continuamente expuesto a un estrés enorme durante toda la temporada debido a la acción del agua salada, los rayos ultravioletas, así como por la acción de las tormentas. Está claro que en algún momento incluso el material más resistente alcanzará su media natural de vida. Muchos fabricantes recomiendan reemplazar la jarcia fija cada diez o quince años, o bien tras haber navegado unas 20.000 o 25.000 millas náuticas.

¿Sabía que los aparejos, accesorios y terminales fijos también están expuestos cambios de los esfuerzos mientras se encuentra en el puerto? No estaría demás consultar con su rigger si los obenques, los tirantes y los tensores deben ser reemplazados debido al desgaste o su edad.